Por M. H. LagardeEn el informe presentado ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, por el senador Jonh Kerry, las quejas presentadas contra Radio TV Martí son numerosas e incluye revelaciones como la de que las transmisiones de ambas emisoras no han logrado influir en la sociedad cubana o en su gobierno.
Según la Voz de las Américas: “El documento señala además que se han violado normas periodísticas, se ha divulgado información muy lentamente o sin confirmación, y en algunos casos se ha usado un lenguaje ofensivo”.
“Otras críticas del informe de Kerry es que la audiencia de las dos emisoras es mínima, hay una ausencia de diversidad de opiniones, y ocurren actos de nepotismo, corrupción y politiquería en los procesos administrativos”.
Las críticas a la emisora salen a la luz después de reiteradas denuncias en el Congreso de que dichas transmisiones contrarrevolucionarias hacia Cuba, financiadas por el contribuyente norteamericano, no eran ni oídas ni vistas en la Isla.
Ocurren también cuando la política norteamericana de propaganda contra la Isla parece promocionar a los blogueros contrarrevolucionarios como alternativa.
Ya en el capítulo 1 del llamado Plan Bush, un engendro teórico creado como guía de acción para derrocar a la Revolución Cubana, si bien se proponía mantener el financiamiento a las emisiones de Radio TV Martí, se alentaba a expandir y sufragar el uso de las nuevas tecnologías dentro de la llamada “sociedad civil” cubana.
De igual forma, recientemente el gobierno de Estados Unidos ha hecho público que destinará algo más de seis millones de dólares solo para el desarrollo de la llamada blogosfera "independiente" en la Isla.
Y si de coincidencias se trata, el informe de Kerry en el Congreso salió a la luz el mismo día en que la Secretaria de Estado Hillary Clinton realizara una defensa de la bloguera mercenaria cubana Yoani Sánchez, y pocas semanas después, de que el ex presidente Bush organizara, en Texas, un evento de “Ciberdisidentes” donde el participante, que supuestamente representaba a Cuba, se dedicó a elogiar la labor de la bloguera mercenaria.
Según el informe de Kerry al Congreso, para corregir los problemas que hoy se le imputan a la emisora, creada en 1983 durante la era Reagan, Radio y TV Martí deben ser trasladados a Washington e integrados a la Voz de América, VOA, gesto que ha sido apreciado por algunos analistas como una suerte de cierre de Radio Martí.
Lo que no dirá ningún informe, por ahora, es que la llamada blogosfera con que se pretende sustituir a la fracasada emisora para alentar la subversión en la Isla padece de sus mismos males: además de violar normas periodísticas, divulgar información sin confirmación y usar un lenguaje ofensivo, sobre todo, repite casi textualmente -ahora a través de la “novedosa” Internet-, la misma política editorial de Radio y TV Martí.
Sin apenas visibilidad en la Isla, debido sobre todo al bloqueo impuesto por el gobierno norteamericano, la llamada blogosfera parece destinada a repetir una historia en la que el principal perjudicado continuará siendo el ciudadano norteamericano de a pie que no tiene la menor idea de qué es lo que el gobierno hace con sus impuestos.
